No hay software sin producto, no hay producto sin software

¿Como te digo esto?

Verás, probablemente te hayas encontrado con una situación como esta.

Estás en una sala, con tu equipo y gente de negocio.

Resulta que lo que habéis estado trabajando al 200% ahora dicen desde negocio que se necesita de aquí dos días en vez de aquí una semana.

A mi esto me ha pasdo mil veces y me seguirá pasando.

Reflexionando, siempre cometo el mismo error.

Atento a mi ego, digo que ni doblando turno sale lo que nos queda.

Y es eso, atento a mi ego. Sin entender las necesidades del negocio o producto.

La cosa empeora. Y es que desde a los producto también les sobra ego.

Entonces empieza la batalla de los egos. A ver quien es el gorila jefe de la sala.

Empiezan a subir los decivelios.

Unos diciendo que ni de coña sale esto en dos días.

Los otros que más os vale que salga.

Mi conclusión a todo esto es la siguiente:

Como ingeniero se tiene que entender que el software está para cubrir las necesidades del producto.

Y como representante de producto se tiene que entender que desarrollar software es muy complejo y saltarse los tiempos que el equipo tenía en mente puede derivar en problemas graves al producto porque en la mayoría de los casos como desarrolladores tendemos a dejar de escribir código para llegar a la fecha límite impuesto.

Esto hace que el producto sea mala, no menos bueno, malo.

Faltan funcionalidades.

No hay tests que garantizen que el software hace lo que tiene que hacer.

Sale a producción y aparecen un montón de bugs.

Arreglar los bugs lleva mucho tiempo porque el equipo no sabe por donde lechas vienen los problemas.

Al final, la conclusión es una, en mi opinión no solicitada del día:

No hay software sin producto, no hay producto sin software.

Que tengas un buen día y lo disfrutes,

Josué.


Soy Josué Alcántara y cada día envio un mail con una idea para escribir software de calidad. ¿A quién se la envío? A mi lista de suscriptores. Día que estás fuera, idea que te pierdes. Así de fácil.