Hoy vamos a ir de compras. Concretamente al Ikea.
Vivo en Barcelona, no sé muy bien como tiene Ikea sus tiendas en las demás ciudades. Aún así, me la puedo jugar a decir que hay un patrón.
Para empezar, el Ikea de Barcelona es una nave industrial muy grande. Muy, muy grande.
Entras por un lado y sales por otro, la zona de cajas.
La distribución es sencilla.
Es un recorrido por toda la nave. Como es una nave muy grande, la tienen dividia en módulos.
Cada módulo representa una temática concreta. Por ejemplo, puedes encontrar el módulo de cocina, el módulo de baño, el módulo de jardinería, el módulo de habitaciones… ya me entiendes.
Pero es que los módulos son muy grandes también. Así que dividen los módulos en estanterías o secciones de productos. Vaya, lo que hacen todos.
Me llaman la atención dos cosas.
La primera es que el recorrido del Ikea suele ser lineal. De un punto A a un punto B. Esto hace que si quieres comprar algo del último módulo tienes que pasar por el resto de módulos.
Un coñazo.
La segunda es que tiene atajos. Puedes saltarte módulos e ir al módulo que quieres sin necesidad de pasar por todos.
Bien. Creo que puedes hacerte una idea de que va esto de la modularización.
Ahora te suelto el rollo de la teoría para que lo puedas acabar de entender.
La modularización es proceso de descomposición de un sistema en un conjunto de módulos (‘piezas’) poco acoplados (independientes) y cohesivos (con significado propio).
Vaya, que se trata de descomponer problemas grandes en piezas pequeñas más fáciles de entender y manipular.
Eso es todo por hoy.
Que tengas un buen día y lo disfrutes,
Josué.
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