Las decisiones se las lleva el viento

Las decisiones se las lleva el viento…

o espera, creo que eran las palabras.

Bueno,

a lo que iba.

Ayer te contaba sobre arquitectura cliente – servidor, la versión clásica y la moderna.

La diferencia está en que la clásica todo el código se ejecuta en la misma máquina.

Esto por un lado está bien porque tienes todo el código en un sitio y una única fuente de verdad.

Pero tenía problemas de escalabilidad, alcance y rendimiento, entre otras cosas.

En cambio, en la moderna, el código de la interfaz gráfica (el frontend) se ejecuta en la máquina del usuario.

Mientras, que el código que hace la magia y que diferencia a un software de otro (el backend), se hace en otra máquina.

Y que para comunicar ambas máquinas está internet.

Este nuevo paradigma resolvía los problemas de escalabilidad, alcance y rendimiento pero aparecen otros como la gestión de la infraestructura que hay detrás.

Eso a modo resumen.

Como ves, en la vida como en el software todo tiene sus pros y sus contras, no te decantas por algo sin más porque es lo más moderno o lo que está de moda.

Tienes que tener tus razones más fuertes más allá de lo moderno y la moda.

Bueno, vaya, deberías al menos. Digo yo.

Te digo todo esto porque me he planteado de seguir la versión clásica, pero he llegado a la conclusión de que me gustaría usar lenguajes de programación diferentes con tecnologías diferentes para el frontend y para el backend.

Así que para el proyecto de trabajo.io voy usaré la versión moderna de la arquitectura cliente – servidor.

Más o menos tengo decidido que lenguaje de programación usar, mañana te lo cuento.

Feliz miércoles,

Josué.

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