No sé si recuerdas cuando eras niño y tenías que volver al cole después de las vacaciones.
Yo lo recuerdo.
Me moría de ganas de volver, ver a mis amigos y contarnos donde habíamos estado, qué hemos hecho, comido o cualquier cosa que nos llamara la atención.
Por supuesto que cuanto más crecía menos gracia me hacía la broma.
Por dos razones, la primera era por envidia. La gente siempre hacía cosas más guays que yo.
La segunda era la pereza de volver a hacer las tareas impuestas, exámenes, trabajos y un largo etcétera.
Eso es así, las ganas de ir al cole son inversamente proporcionales a tu edad. Cuanto más pequeño eres, más ganas tienes. Y al revés.
No se puede discutir.
Bien.
Del otro lado de la moneda están los mayores, los profesores, los que trabajan y también tienen su vuelta al cole.
Cuando el profe de turno no tiene vocación, la vuelta la cole es un infierno. No hace falta ser muy listo para daarse cuenta.
Este es el profe amargao, aburrido y que por lo general no sabe ni de lo que habla en clase. Por lo general.
También están los profes motivaos, los que lo hacen por vocación. Esos son los buenos, los que hacen disfrutar a los alumnos.
Estos suelen entrar en clase con una sonrisa, con la cabeza llena de ideas y mil proyectos. Mil proyectos para hacer que los alumnos aprendan.
Estos profesores disfrutan y hacen disfrutar. Mi mujer los llama cracks.
Y razón no les falta.
Pues bien, yo no soy profe pero me gusta hacer cosas, muchas cosas y tengo la cabeza siempre llena de ideas, mil ideas. Y proyectos, muchos proyectos.
Y como es la vuelta al cole y me gusta enseñar lo largo que tengo el pelo, mañana te cuento de que va este proyecto.
Feliz jueves,
Josué.
Soy Josué Alcántara y cada día envio un mail con una idea para escribir software de calidad. ¿A quién se la envío? A mi lista de suscriptores. Día que estás fuera, idea que te pierdes. Así de fácil.