Le debo mucho a mi madre.
Más allá del haberme dado de comer durante muchos años.
Mi madre se puso a estudiar después de muchos años con el objetivo de ser funcionaria público.
Esté yo de acuerdo o no con el funcionariado, es admirable.
De mi madre te puedes esperar frases cómo:
El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.
Esta frase no es de ella, es de Winston Churchill. Este hombre fue una persona con mucho carácter y primer ministro británico durante un tiempo.
Detrás de esa capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo está la resiliencia.
Y créeme, eso es más que necesario en nuestra profesión.
La teoría nos explica el mundo ideal de un buen producto de software. Digo ideal porque la mayoría de las ocasiones no pasa eso.
Trabajamos con muchísimo código sucio que solemos llamar legacy.
Nos frustramos cuando tenemos que volver a leer ese código.
Mira.
Esta semana he tenido que leer código que escribí por primera vez hace 4 años. Y la última vez que pasé por ahí fue hace unos 14 meses (o eso dice el git lens).
Soy consciente de tal chapuza, tal lío, que estoy a un calentón de borrarlo y rehacerlo en un par de días.
Resiliencia es saber aguantar los problemas que te da ese código y esperar con paciencia a que te den el tiempo desde producto para arreglarlo.
Y con ese tiempo, tener el valor, es decir, el entusiasmo.
Soy Josué Alcántara y cada día envio un mail con una idea para escribir software de calidad. ¿A quién se la envío? A mi lista de suscriptores. Día que estás fuera, idea que te pierdes. Así de fácil.
