El servicio de mandar mails me sorprende y viola el principio de mínima sorpresa

El otro día te hablaba del principio de mínima sorpresa. Pues bien, yo me he llevado dos sorpresas por parte del servicio que uso para mandarte los mails.

Te cuento.

Al parecer, ha habido un problema con los mails de los días 15 y 16 de este mes, que correspondían con Viernes Santo y Sábado Santo (de Semana Santa).

Bien.

Al parecer te deben de haber llegado a spam. O eso les ha pasado a algunos subscriptores.

Uno de ellos me decía: “creí que estabas de vaciones”.

A lo que yo le dije: “claro que no. Cada día, compromiso”.

Y así es.

Yo estoy comprometido con este proyecto y en mandarte un mail cada día para que veas lo bonito de esta profesión y lo feo.

Te voy a mandar un mail llueva, nieve, truene o caiga granizo.

Y hasta si llueve para arriba. Ese día te hablaré de la indirección en el código. Que es un tema de locos y una vez entendido alucinas.

Como quien come setas alucinógenas.

Yo no me he drogado en la vida. Más allá de alcohol y pasarme más de 15 horas seguidas programando. Que de sano tiene poco.

La lección de hoy ya te la he dicho. La puedes ver si quieres. Otro día te hablaré más al detalle de ella.

Por cierto, algo que si te pido, es que si te están siendo de ayuda estos mails, los compartas con tus compañeros. Es gratis.

PD1: para resolver lo del spam, mueve los mails a tu bandeja principal. Si todo va bien, esto no debería de volver a pasar.

PD2: los mails del día 15 y 16 de abril.

PD2: por lo visto, mi amigo chino es de los pocos que ha recibido los mails. Quizás por ser chino o per tener un proveedor de mails chino.


Soy Josué Alcántara y cada día envio un mail con una idea para escribir software de calidad. ¿A quién se la envío? A mi lista de suscriptores. Día que estás fuera, idea que te pierdes. Así de fácil.