En la película Money Ball hay muchas escenas brillantes.
Te voy a contar una.
Es una escena en que Billy Beane (Brad Pitt) está reunido con todo el staff técnico intentando formar equipo para la siguiente temporada.
Billy es el fejazo que toma la última decisión.
Todos los del staff empiezan a proponer jugadores. Billy, desde su silla (en su versión autista, de la que te hablaba ayer), contempla la situación.
Hasta que llega un punto en que Billy estalla y les hace una pregunta concreta: ¿cúal es el problema?¿cúal es el problema que intentamos resolver?
A lo que cada uno de los miembros del staff empieza a contestar:
“Oye, Billy. Aquí todos sabemos cual es el problema. Hay que reemplazar blablabla”
“El mismo de siempre, necesitamos encontrar substitutos para los jugadores que se han ido.”
“El problema es que necesitamos X homeruns. Y impulsadas y Z dobles.”
Entonces es cuando nuestro amigo Bill, con un par bien puestos, coge el toro por los cuernos, pone a cada uno de los veteranos miembros del staff en su sitio y les identifica el problema.
En ese momento la película cambia.
Y prácticamente la moraleja de la película acaba hay.
Identifica el problema. Entonces sabrás encontrar la solución.
La raíz de toda solución es el problema. Es la clave.
Esto lo estoy usando muchísimo últimamente porque en el equipo en el que estoy tienen una tendencia drástica e ir a la solución sin entender el problema.
Te aseguro, que ya hay mejoras.
Yo te recomiendo que veas la película y que saques tus propias conclusiones.
PD: empiezo a plantearme si tendría que cobrar por estos consejos.
PD2: si llegamos al objetivo, te enseño algo guay. Código, quizás. O no.
PD3: el objetivo son 50 subscriptores a final de semana.
Soy Josué Alcántara y cada día envio un mail con una idea para escribir software de calidad. ¿A quién se la envío? A mi lista de suscriptores. Día que estás fuera, idea que te pierdes. Así de fácil.